Sembrando semillas para la rebelión por el clima
Es el año 2019. Han pasado décadas desde que oímos hablar por primera vez de la crisis climática. La falta de acción es increíble. Vivimos con terror. Lo que parecía un problema lejano ha evolucionado hacia una emergencia tras décadas de ignorancia intencionada. Pero algo ocurrió el último año: algo flotaba en el aire, por primera vez. Una brisa de poder y esperanza alcanzaba nuestro estado de ánimo y nuestra imaginación. No se podía tocar pero algo era diferente.