Tu dinero para el colapso del clima

Por Salmorejo Rebelde, 24 Enero, 2020
Cartel de la acción

Acción Santender, 24 de enero de 2020

Nos encontramos en una situación de verdadera emergencia climática. Ante la progresiva subida de la temperatura media global, están en jaque la propia supervivencia humana junto con la de millones de especies que ya han desaparecido. En el acuerdo de París de 2015 nuestros gobiernos acordaron reducciones de emisiones para mantener el calentamiento muy por debajo de los 2°C, preferiblemente debajo de 1,5ºC. Cuatro años después, seguimos camino hacia un calentamiento global de al menos 3ºC, con el riesgo de sobrepasar una serie de puntos de inflexión que podrían desencadenar un calentamiento mucho mayor.

 

La institución de la banca, y el FMI como su eje vertebrador, ha impulsado y financiado desde sus inicios a las grandes multinacionales de la energía fósil, y a tantas otras empresas contaminantes y causantes de la destrucción y muerte que se perpetran día a día y de la que somos mudos testigos. Aunque hablan mucho de la responsabilidad social, desde el "histórico" acuerdo de París, los principales bancos del mundo han aumentado sus inversiones en energía fósil de 612 mil millones US$ en 2016 a 654 mil millones en 2018, según una investigación de la ONG BankTrack. En el ranking global, Santander tiene el puesto 30, y BBVA el 31, con un total de inversiones (2016-2018) de 14,973 mil millones y 12,080 mil millones US$.

El sistema económico y bancario es co-responsable de un sistema perverso que sigue abogando por un crecimiento exponencial por completo incompatible con la vida y con un planeta de recursos finitos. Un proyecto de auténtico sinsentido y evidente fecha de caducidad, inmersos como estamos en una situación de colapso.

 

El banco Santander fue uno de los principales patrocinadores de la COP25 y anunció en diciembre un compromiso para ser neutro en carbono en 2020 mediante la compensación de todas las emisiones que genera en su actividad diaria. No obstante, sigue financiando a empresas de energía fósil en todo el mundo. Santander forma parte de un consorcio bancario que firmó en septiembre de 2018 un crédito de casi 1.000 millones de euros para empresa pública de Polonia PGE, propietaria de la planta de carbón más contaminante de Europa, la de Bełchatów.

Santander sigue financiando algunas de las mayores empresas del sector del carbón en el mundo, como CEZ en República Checa, PGE y Tauron en Polonia, RWE en Alemania, SGCC y SPIC en China o Marubeni Corporation en Japón, y apoya económicamente exploraciones de petroleo en el Ártico, el fracking y el gas natural licuado.

 

La banca y el sistema financiero mundial esta fracasando, y nos engañan patrocinando conferencias sobre el clima y promesas de "ser neutro en carbono". Necesitamos bancos que a través de su política de inversión y financiación cortan por completo sus relaciones con las industrias que están amenazando a nuestro futuro.

 

El dinero proporciona el poder para bloquear cualquier intento serio de cambio, así como para ejercer presión sobre los gobiernos y la toma de decisiones, amenazando la democracia. Somos muy conscientes del desequilibrio en las prioridades de nuestros gobiernos, por ejemplo, cuando rescatan a los bancos durante la crisis financiera con dinero público y al mismo tiempo aumentan las medidas de austeridad. Si el planeta fuera un banco, se habría salvado hace tiempo.

 

La industria financiera nos está fallando. Los bancos están usando nuestro dinero, los ahorros para nuestro futuro, en financiar proyectos y compañías que están destruyendo ese mismo futuro. No podemos seguir apoyando a un sector que está alimentando activamente las crisis climáticas y sociales. Nuestros ahorros deben ir hacia un futuro seguro y justo. Y está en nuestras manos: es nuestro dinero, nuestra elección. Desde Salmorejo Rebelde apelamos a la consciencia sobre esta situación e instamos a la ciudadanía a cerrar sus cuentas con las entidades más responsables: principalmente Banco Santander y BBVA.

Al cambiar nuestro dinero y el apoyo público, podemos romper el control que tienen sobre nuestra economía y nuestros gobiernos, mientras que se prepara el camino para una transición justa y creamos soluciones dirigidas por la comunidad.

Necesitamos tomar el asunto en nuestras manos, no queda tiempo y no tenemos nada que perder. Nos negamos a que nuestro dinero sea utilizado para destruir la tierra y violar los derechos humanos.

Nos rebelamos contra un sistema mortal y explotador en el que las ganancias valen más que la vida.

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